Como dice el título de este post, empieza a dolerme España, y mucho.
El dolor no es invalidante, es como una presión en el pecho, que no se irradia hacia el brazo izquierdo, pero que es molesta. Es constante, está ahí y no cede con analgésicos.
Los adjetivos que más resuenan en nuestras cabezas es la de república bananera, nación de corruptelas, país de pandereta,.. y lo que más duele, que esto no lo arregla ni dios. Nos hemos instaurado en una dinámica en la que todo vale, en lo que nada nos sorprende, en la que lo raro es que algo se haga correctamente y con un mínimo de normas éticas y morales.
Este no es el camino. Este es un país lleno de gente con grandes ideas, grandes convicciones morales y grandes proyectos. A lo único que lleva todo lo que está pasando desde hace unos años es a que nuestros grandes valores intelectuales y morales sólo les quede una opción, irse…
Somos muchos los españoles que intentamos hacer nuestro trabajo (cada uno en lo suyo) lo mejor que sabemos y podemos, dedicamos gran parte de nuestra limitada existencia a tratar de mejorar lo que nos rodea, tampoco nos marcamos grandes metas, sólo tener la satisfacción del deber cumplido, sólo poder dormir por las noches con la conciencia tranquila.
Pero a pesar de todo esto, unos pocos, se han empeñado en destrozar nuestro modo de vida, creen estar al margen de toda ley y más allá del alcance de la justicia. Y por ahora todo indica que llevan razón.
España está molesta, está inquieta, se siente insegura, no confía en sus autoridades, en sus jueces, en sus banqueros,.. España se rompe.
Allá donde mires sólo se vé corrupción o sospecha de ella. En el trabajo, en oposiciones, en altos cargos, en cargos sin importancia… La lección que le estamos dando a nuestros hijos es que es más importante a quién conoces o con quién te relacionas que lo que eres o lo que aportas a tu comunidad. Y a mí eso me da vergüenza.
Nuestro sistema está herido de muerte. La solución se escapa a las capacidades que he adquirido y si mencionara que sé la respuesta estaría mintiendo descaradamente. Sólo adivino a pensar que este camino que llevamos me desespera y me desilusiona.
Desde luego esta revolución de sofá y teclado no sirve para nada. Es más, creo que nos tienen donde más le conviene. Y cuando molestemos demasiado nos silenciarán con alguna ley totalmente constitucional y sujeta a derecho.
Espero no tener que contar a mis nietos la historia de como dejamos que nos arrebataran nuestros derechos e ilusiones, sin mover un solo dedo. Me dará mucha vergüenza, tanta que quizás intente cambiarla.
milesdemillones 
Qué razon tienes Juanjo, y qué miedo me da el futuro que se vislumbra! Yo creo que si estoy sigue así, seré de las q coja las maletas y me vaya a hacer mi vida fuera… Porque esto es una vergüenza y cada vez me parece que va a peor…=(
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Pingback: Me duele España
¿Dónde se ha visto que se juzgue al instructor de una causa por desvío de fondos públicos antes de juzgar a los presuntos delincuentes de la trama? Las altas instancias judiciales están tocadas de muerte. ¿Cómo se podrá combatir la corrupción si los que han de ponerle coto se dedican a tumbar a los que las
investigan?
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«Siempre nos quedará Paris». Totalmente de acuerdo Juanjo.
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Gracias Juanjo!! Que sorpresa más agradable!! (ya sabes nosotros a hacer nuestro trabajo y a dormir con la conciencia tranquila)
PD: A quien no lo sepa este tío y yo formamos el mejor equipo de urgencias de la región 😉
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Expresado de una forma concisa, clara y directa.
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Me ha gustado el artículo. Lo que pasa es que dormir traquil@s en base al trabajo realizado no es posible. Al engaño de la misiva «tener un trabajo es un privilegio», nos bajan los sueldos, suben agua, luz, ….. y eliminan de un plumazo la clase media.
Lástima que tanto asesor político, economistas y un largo etc. de cargos millonarios, no empiecen a sugerir recortar un senado que para nada sirve, asesores a tutiplén y cantidad de altos cargos sin trabajo justificado.
No, lo que hacen es enfrentar ciudadanos/funcionarios para desviar la atención de lo importante «sus sueldazos y buena vida», mientras, este país de pandereta sigue adormecido sin pensar en su mayor parte.
Las huelgas no se hacen perdiendo dinero, sino desde el mismo puesto de trabajo con los brazos caídos y parados, sin servicios mínimos algunos, descontando sanidad que cuenta con atención a enfermos y eso es sagrado.
Nos hablan de copago y nos venden la moto de que la Seguridad Social ha sido gratis hasta ahora, será para algunos, otros la pagamos a precio de oro.
Saludos
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Magnífico artículo, triste y revolucionario a la vez. Lo he referenciado en mi Blog, donde cuento la profunda decepción que me ha causado UPyD, un partido que yo creía libre de corrupción.
Pero seguiremos trabajando para poner en evidencia a los culpables y para cambiar el rumbo que marcan los que llevan el timón.
Un saludo: Pedro Larrauri. Vigo.
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