Este post va sin etiquetas, ni categorias ni nada que lo publicite. Es de consumo propio, y lo escribo porque me da la gana escribirlo aunque no siga la dinámica habitual del blog.
Lo escribo mientras una Lhasa Apso de 11 años espera a que una inyección le deje descansar de los molestos dolores que sufre desde hace unos dias.
Solo decirte que gracias por todo.
No me atrevo a ponerte el adjetivo «humano» creo que con lo que has demostrado toda tu vida se te queda muy corto. Demasiado para lo que somos los humanos.
Todo bondad sin esperar nada a cambio. Eso no es de humanos, Laika.
Este blog siempre reniega contra el antropocentrismo, el egoismo humano de creerse el centro del universo, en este caso creo que puedo dar un paso más allá, ojalá nuestras vidas hicieran tanto bien y demostraran tantas cosas como las que tú has demostrado. Nos iría mucho mejor en todos los aspectos.
Y no hace falta hablar ni caminar sobre dos patas para saber donde reside un ser vivo único e irrepetible. Cuando por estos posts decimos que somos la materia de las estrellas que ha cobrado conciencia de sí misma y observa de donde proviene, no sólo me refiero a la especie humana, sería de imbéciles pensar eso.
La eternidad existe, pero no del modo religioso en que falsos chamanes ni gurús nos hacen creer. La eternidad se extiende hasta el último momento en que alguien nos recuerda. Mientras viva te aseguro que tienes tu parte de eternidad, y en estas líneas la eternidad cobra forma.
Descansa en paz Laika, lo mereces.
Actualización: como es de suponer su nombre se le puso en honor al primer ser vivo que viajó al espacio. Esto es para ti…
😦
Me gustaMe gusta