Ya lo avisaba Jacint Roger en su cuenta de twitter hace 2 días. Escondido dentro de un enorme panorama tomado por la Mast Camera en Sol 2617 surgía la sorpresa.
Lo que la sonda Mars Orbiter ha fotografiado en diversas localizaciones del planeta rojo con anterioridad podía estar delante del rover Curiosity en estos mismos momentos. Un RSL (Recurring Slope Linae), probable agua líquida mezclada con sales que disminuiría el punto de congelación del agua pura y que permitiría su aparición en la superficie marciana.
De ser un verdadero slope (y no un simple corrimiento de tierras) el rover debería alejarse lo más posible de la zona para evitar cualquier probable contaminación biológica, algo especificado en los diversos protocolos firmados por la comunidad científica.
El slope no está en la ruta del rover, en unos pocos soles desaparecerá del alcance de las cámaras… es una zona que no debemos contaminar con microorganismos terrestres que hayan podido sobrevivir al largo viaje y a la estancia del rover en la superficie marciana (ya sabemos lo que pasa cada vez que subestimamos la capacidad de supervivencia la vida),… pero quizás tardemos mucho tiempo en volver a tener uno tan cerca,… ¿tan perjudicial sería monitorizar la zona unos cuántos días? ¿unas cuántas mediciones a una distancia suficientemente segura?…
Quizás nos mueve la inquietud de ver agua fluyendo por la árida superficie marciana, lo más sensato es dejar el estudio de esos fenómenos a sondas futuras con un grado de esterilización que el Curiosity no posee. Pero no podemos evitar que un escalofrío nos recorra la piel…
El polo sur de Encelado fotografiado por la sonda Cassini. Enormes jets de agua y sustancias orgánicas salen despedidos al espacio exterior desde el océano subterráneo del satélite. (NASA/Cassini/JPL)
Después del anuncio de esta tarde de la agencia espacial norteamericana tenemos dos opciones… una es la de siempre, seguir mirando hacia otro lado, ignorar que la sonda Cassini en su último sobrevuelo al polo sur de Encélado ha encontrado un aumento significativo de la cantidad de hidrógeno presente en los jets que emanan del polo sur de la helada luna de Saturno, ignorar que esas inmensas columnas de agua y sustancias orgánicas provienen del océano subterráneo existente en Encélado y que son fiel reflejo de lo que está pasando debajo de la gruesa capa de hielo del satélite. Podemos ignorar que ese aumento de hidrógeno significa que no se está generando una cantidad constante del mismo, podemos ignorar que hay un desequilibrio en el binomio formación-destrucción de esa molécula, podemos imaginar que ese desequilibrio proviene de supuestas corrientes hidrotermales presentes en un océano alienígena de agua líquida protegido de la fuerte radiación de Saturno por una gruesa capa de hielo, un proceso indicativo de la existencia de probables zonas de habitabilidad en el océano de Encélado,… podemos ignorar un dato que llevamos buscando décadas… metano, agua, dióxido de carbono, hidrógeno, fuentes hidrotermales de calor, un océano de agua líquida,… todo lo que la vida necesita para aparecer,… el paraíso de cualquier astrobiólogo,…
Estructura interna de Encelado con una gruesa capa de hielo y un océano subterráneo en el polo sur del que emanan chorros de agua y sustancias orgánicas.
En la primera frase mencioné que teníamos dos opciones, en la misma que estamos nombrando también se incluye en seguir haciendo bonitos bocetos de mundos habitables situados a 40 años luz de nosotros o seguir incrementando la lista de exoplanetas potencialmente habitables hasta que su número tenga que ser escrito de forma exponencial… aunque hay una segunda opción…
Esquema de las probables corrientes hidrotermales presentes en Encélado (Nasa/Cassini/jpl)
En el patio trasero de nuestro sistema solar tenemos un satélite que está, literalmente, arrojando al espacio exterior pruebas de lo que está pasando en su océano subterráneo. No tenemos que organizar una compleja misión para posarnos en su superficie, no tenemos que perforar una gruesa capa de hielo para llegar al sitio donde se están produciendo fascinantes procesos hidrotermales (de origen biológico o no)… sólo tenemos que colocar una sonda en órbita, desplegar unos cuantos instrumentos y zambullirnos hasta la saciedad en los enormes jets que la sonda Cassini nos ha señalado.
Tenemos el santo grial de la astrobiología al alcance de nuestros dedos, un sistema en desequilibrio, una masa de agua líquida con fuentes de calor en su interior que está generando un exceso de moléculas de hidrógeno, unas moléculas de hidrógeno que forman parte de elementos orgánicos como el metano, una metanogenésis cuyo origen puede ser biológico o no,… algo que si hubiéramos descubierto en Marte estaría la portada de las noticias de medio mundo, algo que llevábamos esperando mucho tiempo…
Una especie en decadencia y enferma mirará hacia otro lado, seguirá autoaniquilándose a fuego lento, con sus odios, con sus prejuicios alimentados bajo la llama de la religión y el fascismo… pero una especie de exploradores no se comportará así, no debería seguir ese patrón, al menos si quiere sobrevivir…
Algunos de los microorganismos presentes en nuestro planeta capaces de sintentizar metano
En nuestro planeta hay numerosos microorganismos capaces de producir metano a partir del dióxido de carbono y el hidrógeno (CO2+4H2 –> CH4+2H20), aunque también puede producirse debido a reacciones químicas que no tienen nada que ver con la vida.
Antes de que termine este mes la sonda Cassini arderá en las capas superiores de la atmósfera de Saturno, nuestros ojos y oídos se apagarán junto con la desaparición de la nave. Tal como está planteada la exploración planetaria del sistema solar exterior van a pasar décadas antes de volver al reino del planeta anillado, un lujo que no nos podemos permitir, y menos ahora que tenemos una localización donde podría existir vida.
Si todo transcurre según las líneas marcadas para los próximos años vamos a saber más de la atmósfera de algún exoplaneta que orbita el sistema TRAPPIST que de un aumento no explicado de hidrógeno en el polo sur de Encélado. Científicamente hablando es una aberración, un crimen contra nuestras profundas ansias de entender el cosmos que nos rodea, de saber de dónde venimos, de entender y estudiar una posible segunda génesis de vida en nuestro sistema solar…
De fondo veo en la pantalla del televisor una flota de portaaviones que se dirigen hacia Corea y otra que se prepara para volver a arrasar Siria, también cuentan algo de extremistas que se lanzan contra multitudes en nombre de un dios,… todavía no consigo entender muchas cosas…
Actualización: los jets del polo sur de Encélado fotografiados por la Cassini durante una aproximación en 2012.
Túbulos producidos por microorganismos en rocas sedimentarias de Quebec (Nature)
Acaba de salir en Nature una nueva investigación que retrasa, aún más, la edad en la que apareció la vida en nuestro planeta.
Un equipo internacional de científicos han encontrado unos pequeños filamentos y tubos de hematita en formaciones de cuarzo creados por bacterias que vivían en el hierro. El sitio donde se han encontrado los restos más antiguos de vida de los que tenemos conocimiento es el cinturón de Nuvvuagittuq, un lugar situado en Quebec (Canadá), un emplazamiento de culto entre los geólogos ya que está formado por rocas sedimentarias datadas entre 3.770 y 4.300 millones de años, una zona que pertenecía a un sistema de fuentes hidrotermales oceánicas repleto de hierro.
Restos de oxidación de materia orgánica hallados por los investigadores en la zona de Nuvvuagittuq (Nature)
La Tierra se formó hace 4.600 millones de años, estamos hablando de microorganismos que dejan su huella en rocas que aparecen apenas 300 millones de años después. Si tenemos en cuenta el tiempo que le costó a nuestro planeta enfriarse mínimamente, la disminución de impactos en su superficie proveniente de la época conocida como el «Gran Bombardeo», la aparición de algo parecido a una atmósfera primigenia,… estamos hablando, en tiempos geológicos, de una aparición casi instantánea de la vida en nuestro mundo, la existencia de vida en el primer momento que fisica, química y biológicamente pudo ser,… algo que da mucho que pensar.
De ser cierto este temprano despertar de la vida sólo estamos delante de dos hipótesis, o la vida tuvo un génesis fuera de nuestro planeta y de alguna manera llegó (y arraigó) en un planeta recién formado pero con las características suficientes para permitir su continuidad, o la vida surge a la primera oportunidad que tiene…
En la primera opción hablamos de panspermia, un tránsito de vida desde un cercano mundo que ha tenido una génesis primaria o no, hablamos de hace 4.000 millones de años, con un Marte en el máximo punto de su habitabilidad, con océanos de agua líquida en superficie y temperaturas más templadas.
En la segunda opción hablamos de química orgánica cuya evolución natural tiende a formar vida casi instantáneamente, unas temperaturas no demasiado extremas, nutrientes, una fuente de calor como pudieron ser las fuentes hidrotermales oceánicas, una mínima protección con una atmósfera y un campo magnético generado por un núcleo metálico,…
Las consecuencias pueden ser inimaginables, vida microscópica en incontables localizaciones a lo largo de nuestro sistema solar y nuestra galaxia. Si encontramos estos mismos fósiles en estratos marcianos de hace 4.000 millones de años tendremos una respuesta de donde venimos, al menos en un primer paso.
La vida compleja, eucariota, organizada, diversificada,… eso es otro tema, le costó mucho aparecer, requirió demasiados factores para aparecer, quizás demasiados,..
Actualización: cada vez nos vamos acercando a LUCA cada vez más, quizás cuando estemos a punto de tocarlo con los dedos nos demos cuenta que nunca estuvo aquí.
Recreación de las vistas desde uno de los planetas del sistema de TRAPPIST-1
Ayer fue un gran día para la astronomía sin ningún lugar a dudas. La noticia del año está por todos lados, a 40 años luz la estrella TRAPPIST-1 tiene siete planetas de tamaño similar a la Tierra orbitando en su zona de habitabilidad, o muy cerca de ella.
En concreto son tres los planetas cuya distancia permitiría la existencia de agua líquida en su superficie, el resto están demasiado cerca o demasiado lejos como para creer que existen unas temperaturas comprendidas entre 0 y 100 grados centígrados.
Datos de los diferentes planetas encontrados alrededor de TRAPPIST-1 comparados con planetas de nuestro sistema solar (NASA/ESO)
El descubrimiento es demasiado bueno como para ser verdad, que los siete planetas tengan sus órbitas alineadas entre su estrella y nosotros como para haberlos detectado con el método del tránsito es un hecho insólito y bastante raro estadísticamente hablando (menos de un 2% de posibilidades).
Además están tan cerca los unos de los otros que sus órbitas están en resonancia, vamos a poder predecir los tránsitos y con ello estudiar sus atmósferas al detalle con el próximo telescopio espacial James Webb y el EELT de la ESO en superficie.
Pero, siempre hay un pero en ciencia, siempre hay que decir todos los datos y en los anuncios de ayer han faltado algunos que merece la pena subrayar.
TRAPPIST-1 comparada con nuestro Sol (NASA)
La estrella TRAPPIST-1 ,cuyo nombre real es 2MASS J23062928-0502285, es una enana ultra-fría del tipo espectral M8. ¿Y esto qué quiere decir? Que es una estrella un poco más grande que nuestro Júpiter, un 11% del diámetro de nuestro sol, y que emite una pequeña fracción de la radiación de la que lo hace nuestra estrella.
Para que los planetas descubiertos entren dentro de lo que nosotros hemos definido como zona de habitabilidad deben de estar muy cerca de TRAPPIST-1, tan cerca como puede ser 1% de la distancia Tierra-Sol. En este gráfico lo veréis mejor:
Comparación del tamaño de las órbitas entre el sistema TRAPPIST-1 y nuestro sistema solar (NASA)
¿Muy cerca de su estrella, verdad?. Bien, lo que en muchos medios no se ha nombrado es que a esa distancia todos esos planetas están recibiendo una elevada radiación de rayos X y radiación ultravioleta, la suficiente como para alterar significativamente las posibles atmósferas de esos planetas, y alterar puede decir que varias deflagraciones de este tipo estelar puede hacer desaparecer cualquier rastro de ellas.
Si los planetas recién descubiertos se han formado mucho más lejos de su ubicación actual, han podido tener tiempo para rodearse de densas atmósferas ricas en ozono y otras sustancias que proteja sus superficies de las intensas radiaciones nombradas antes. Si han podido generar un potente campo magnético, gracias a un núcleo metálico, también habrán podido eludir las fuertes deflagraciones de su estrella.
Si no es así, la vida (tal como la conocemos) ha podido tener muy difícil el evolucionar en el sistema TRAPPIST-1 aunque no es difícil imaginar como la evolución puede habérselas ingeniado en un entorno tan hostil, formas de vida totalmente inmunes a radiaciones ultravioleta esperando con ansiedad el pico estacional de máxima actividad de su estrella, vegetación con una especie de fotosíntesis adapatada a la longitud de onda de su estrella,… miles de posibilidades…
La zona de habitabilidad nos sirve para saber a la distancia del astro donde el agua (si existe) puede estar en superficie en estado líquido, nada más,… las condiciones de habitabilidad pueden depender de numerosos factores,… densas atmósferas, generosos campos magnéticos, gases que provoquen un efecto invernadero, lunas que modulen estaciones en los planetas que orbitan, grandes eventos que puedan producir extinciones masivas,…
En nuestro propio sistema solar la zona de habitabilidad comprende desde Venus hasta Marte, no hace falta decir cuán diferentes son los tres mundos de los que hablamos. Tampoco hace falta decir donde están situados los otros mundos donde creeemos que puede haber algún tipo de actividad biológica, Europa y Encélado están muy lejos de nuestra zona de habitabilidad, mucho…
A medida que vayamos aprendiendo más sobre otros sistemas solares sabremos cuáles son las zonas donde buscar, aún no sabemos ni dónde hacerlo en el nuestro,… nos queda mucho camino por recorrer, pero los inicios son muy prometedores,… e ilusionantes…
«Existen innumerables soles en los cuales orbitan tierras iguales que la nuestra y albergan vida inteligente y animales no menos nobles que los nuestros»… hace 417 años Giordano Bruno era quemado en la hoguera por hereje, la inquisición dejaba bien claro que nuestro mundo era especial y único… 417 años después podemos avalar con datos la veracidad de la primera parte del pensamiento de Giordano y nos lanzamos sin ningún tipo de pudor a buscar evidencias que nos permitan, un día no muy lejano, asegurar el resto de la cita.
Mañana, a las 19:00 horas, la NASA ha anunciado una rueda de prensa para dar a conocer un importante descubrimiento relacionado con mundos que orbitan estrellas diferentes a la nuestra, el objetivo de la agencia norteamericana es el de encontrar mundos cada vez más parecidos a la Tierra y que orbiten las supuestas zonas de habitabilidad de su estrella.
Estos días, estos meses serán recordados dentro de décadas, nuestra visión del Universo que nos rodea cambió drásticamente. En las proximidades de nuestro sistema solar hay decenas de planetas (sino cientos) similares a nuestro planeta a la distancia adecuada de su estrella para dar una oportunidad a que aparezca algo parecido a la vida.
Sabemos que los compuestos orgánicos están presentes en lugares donde menos los esperabamos dentro de nuestro sistema solar (Ceres, Plutón…). Sabemos que en nuestro planeta la vida surgió en una fracción relativamente corta de tiempo (hay dataciones que remontan su aparición hasta hace más de 4.300 millones de años, a la vida multicelular le costó muchísimo más tiempo…), sabemos que una vez que aparece la vida es resistente (ha sobrevivido a varios eventos donde ha quedado reducida a la mínima expresión cuantitativamente hablando, y a pesar de ello ha vuelto a recuperarse).
Empezamos una época dentro de la astronomía que va a cambiar toda nuestra comprensión de lo que nos rodea. Y sólo estamos dando los primeros pasos (mañana uno más), sin tener ni idea de lo que nos espera en los próximos años con los nuevos telescopios.
Kepler ha empezado el camino… empieza una revolución.
Recreación de un exoplaneta orbitando alrededor de TRAPPIST-1
Actualización: siete planetas de tipo rocoso orbitando alrededor de TRAPPIST-1… tres de los siete planetas a 39 años luz de nuestro sistema solar en la zona donde las temperaturas en superficie pueden permitir la existencia de agua líquida, siete mundos cuyas atmosféras podrán ser estudiadas por el telescopio espacial James Webb…
TRAPPIST-1 es una pequeña enana roja cuya masa es solo de un 8% del Sol. La radiación que emite es mucho menor que nuestra estrella por lo que las órbitas de los mundos situados en su zona de habitabilidad están situadas muy cerca de la estrella materna. Es fascinante encontrar siete mundos orbitando tan cerca de una estrella, todos ellos con un radio similar al de nuestro planeta, cuatro de ellos muy bien posicionados dentro de la zona de habitabilidad… las vistas desde cualquier mundo de ese sistema tienen que ser increíbles…
Es increíble lo que estamos empezando a dislumbrar. Nuestra galaxia es una auténtica fábrica de mundos en la zona de habitabilidad de sus estrellas, el número de estos mundos debe ser inimaginable, la diversidad incomprensible para nuestras antropocentristas mentes,… el número de formas de vida incontable…
No sería lógico la desoladora visión de un universo estéril de vida, no me creo que seamos el único lugar donde la química orgánica o inorgánica no haya dado lugar a organismos capaces de ser considerados de estar vivos (o algo similar). Y si es así vaya profunda decepción…
Algunos de los gráficos del sistema planetario de TRAPPIST-1
Recreación de uno de los planetas que orbitan TRAPPIST-1 (Nasa)
Y el poster de la NASA para futuros exploradores… ejem…
Por si queréis mirar al cielo hacia el sistema planetario más fascinante descubierto por el hombre.
Por cierto no me gusta nada el camino que está tomando la forma en que se distribuye la información y los intereses que se crean alrededor de ella. Esto nos pertenece, no hay embargos que valgan, demasiados intereses que manchan algo tan bonito como la exploración humana del universo que nos rodea. A mí me apasiona cada una de los pasos que vamos dando, ha costado mucho llegar hasta donde estamos, hemos tenido que alzarnos a muchos hombros de gigantes, pero como siempre la naturaleza del ser humano lo vicia todo, hasta el punto del hastío. Mal vamos… aunque aquí vamos a seguir contando una época fascinante y necesaria para poder entender el cosmos que nos rodea.
Pensamos que llevamos muchas décadas buscando algo que se parezca a lo que entendemos como vida fuera de los límites de nuestra atmósfera, creemos que acumulamos décadas de inútiles esfuerzos rastreando gran parte del universo sin obtener resultado alguno, sólo silencio…
Hemos formulado ecuaciones y hasta una paradoja (la de Fermi) en la que damos varias soluciones para explicar cómo es posible que existiendo millones de planetas en nuestro vecindario cósmico orbitando a la distancia adecuada de sus estrellas o numerosas moléculas orgánicas (base de la vida en nuestro planeta) en los lugares más inesperados donde hemos hechado un vistazo, no hayamos encontrado ni una sola señal que permita al más extravagante de nuestros científicos afirmar que podríamos no estar solos.
Tenemos varias hipótesis, que algunos han ascendido al nivel de afirmaciones categóricas, donde se asegura que las civilizaciones se autodestruyen cuando llegan a cierto nivel tecnológico, que la química necesaria para la vida y todas las circunstancias especiales que necesita para aparecer sólo se dieron en nuestro planeta o que, simplemente, somos una especie de avanzadilla y que nos hemos adelantado a un Universo lleno de vida…
Existe un principio llamado la Navaja de Ockham que nos dice que en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más probable. Para mi la explicación más sencilla es que, simplemente, aún no hemos empezado a buscar nada.
Nuestras sondas hace 40 años que no buscan, con criterios científicos, indicios directos o indirectos de vida. Las últimas que hicieron algo parecido fueron las Viking sobre la superficie marciana dando positivo en dos de los tres experimentos que se realizaron (todavía aún se descuten los resultados aunque por consenso se aceptaron como negativos), el proyecto SETI está diseñado para encontrar una civilización de parecidas características a las nuestras, transmitiendo hacia nosotros en una determinada frecuencia (la del hidrógeno) y en una limitada porción de tiempo (el nuestro), algo demasiado difícil teniendo en cuenta las escalas espacio-temporales con las que nos enfrentamos (sin entrar en el tema del escaso presupuesto y el reducido número de radiotelescopios con los que se cuenta).
Un posible punto azul anaranjado, un exoplaneta candidato a albergar vida
Es ahora cuando estamos a punto de empezar, de verdad, la búsqueda. El telescopio espacial Kepler lo ha revolucionado todo, la sola visión de miles de planetas extrasolares de todos los tipos y formas, orbitando cualquier tipo de estrella que podamos imaginar ha convulsionado nuestro entendimiento del Universo. Son tantas las posibilidades, son tantas las combinaciones, son tantas las oportunidades en las que un sistema autoreplicativo con metabolismo propio ha podido aprovechar una oportunidad para aparecer, que es casi una obscenidad pensar que ese proceso solo ha ocurrido en nuestro planeta.
El telescopio espacial James Webb va a dar el primer paso, a más de un año para su lanzamiento se han presentado numerosos proyectos de investigación con la intención de usar una pequeña fracción de su precioso tiempo de observación.
Las simulaciones preveen que la nueva joya de la NASA va a poder detectar la composición química de atmósferas de numerosos mundos alejados cientos de años luz. Uno de los primeros en ser estudiados serán los posibles exoplanetas que orbiten la estrella GJ 876, con sólo 10 tránsitos estudiados por el telescopio espacial se podrá asegurar con una certeza casi del 99% la existencia (o no) de metano y dióxido de carbono en una atmósfera de alguno de sus exoplanetas, además se podrá saber si son lo suficientemente densas como para bloquear la letal radiación ultravioleta de su estrella.
La futura Europa Lander posada sobre la superficie del satélite joviano allá por 2030 (NASA/JPL)
Por primera vez estamos en la primera fase de diseño de un aterrizador para Europa. Una sonda cargada con instrumentos que van a buscar vida de una forma directa como un espectrómetro RAMAN que detectaría sustancias orgánicas, un microscopio capaz de ver microorganismos de hasta 0,2 micras de diámetro o un cromatógtafo de gases… esto es buscar vida y no lo que hemos hecho hasta ahora…
Dirigirse a lugares con elevado interés biológico, llevar los instrumentos adecuados, investigar atmósferas de exoplanetas buscando las huellas que los ecosistemas vivos dejan en ellas… todo esto lo hemos dejado de lado hasta ahora, como si se tratase de una enorme burla a nuestras ansias de saber hemos evitado estudiar una fascinante luna de Júpiter con un inmenso océano subterráneo plagado de sustancias orgánicas, o un hermoso satélite de Saturno cuya atmósfera es muy parecida a la que teníamos en nuestro planeta justo cuando comenzaron a aparecer las primeras formas de vida…
Tiene que haber algo que se me escape, algo que no entienda… mi cerebro es incapaz de comprender cómo se puede afirmar que vivimos en una galaxia donde el resto de civilizaciones se ha autoaniquilado por exceso de tecnología, que en miles de millones de planetas la vida no haya surgido aun en sus formas más simples o que hemos llegado demasiado pronto a un universo plagado de vida (por citar algunas de las teorías que más han sonado en los últimos tiempos).
Primero exploremos, apliquemos el método científico de forma correcta y precisa, ya tendremos tiempo de divagar e inventarnos todas las explicaciones que queramos, pero no lo hagamos al revés…
Pd: no vamos a encontrar hombrecillos verdes, ya que veamos algo que se pueda replicar por sí solo y consuma metabolitos de su entorno.
Moléculas presentes en el centro de nuestra galaxia (Universidad de Colonia)
Astrónomos del Sloan Digital Sky Survey (SDSS) acaban de anunciar los resultados de un nuevo estudio que muestra la abundancia de los elementos necesarios para la vida a lo largo de nuestra galaxia.
Los elementos estudiados incluyen los átomos que forman el 97% de la masa corporal de los humanos. Más de 150.000 estrellas de la Vía Láctea han sido analizadas por primera vez en la historia, con casi dos docenas de elementos rastreados por cada estrella, incluidos aquellos a los que conocemos como los bloques de la vida (carbono, hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, fósforo y azufre).
El espectrógrafo APOGEE (Apache Point Observatory Galactic Evolution Experiment) es capaz de escrutar el cielo en el espectro infrarrojo, la única manera que existe de atravesar el polvo interestelar, pudiendo obtener muchos más datos que si lo hiciera a través del espectro visible.
Los datos indican que hay una mayor proporción de los elementos básicos para la vida en la partes centrales de la Vía Láctea, la explicación es simple, las estrellas del núcleo galáctico son más antiguas que las de la periferia (entre las que se encuentra nuestro Sol), los elementos pesados (aquellos que se encuentran más allá que el hidrógeno y el helio en la tabla periódica) se han formado mucho antes en estos lugares.
La tabla periódica astrobiológica. Cada elemento viene con su procedencia astrofísica y su uso biológico (via Charles Cockell)
La vida puede haber tenido más oportunidades para surgir en el centro de nuestra galaxia que en sus brazos exteriores atómicamente hablando… aunque no todo es tan fácil, quizás las circunstancias no sean las más favorables en un sitio donde las distancias estelares son mucho menores (con lo que eso puede implicar), las interacciones gravitatorias pueden inestabilizar la formación de discos protoplanetarios, las explosiones de novas o supernovas pueden esterilizar sistemas estelares enteros,… o quizás sea un hervidero de vida y la excepción seamos nosotros, un sistema estelar alojado en un barrio a las fueras de la gran urbe galáctica…
Por ahora lo único que sabemos es lo que nos dice la tabla periódica colocada más arriba… somos polvo de estrellas… eso seguro…
Una bacteria oxidadora del azufre de hace 2.500 millones de años, mucho antes de que la atmósfera fuera rica en oxígeno (Andrew Czaja)
Sólo conocemos un ejemplo en el que la materia se ha convertido en lo que llamamos vida, nuestro planeta se ha convertido en un enorme laboratorio donde a lo largo de 4.600 millones de años han interaccionado sustancias orgánicas, fuentes de calor, ecosistemas favorables para permitir el inicio de ciertas reacciones químicas, temperaturas no demasiado extremas, protección contra letales radiaciones provenientes de nuestra estrella,… miles de factores que han permitido la aparición y evolución de lo que conocemos como vida, miles…
Hasta ahora la vida ha tenido un solo génesis, un solo inicio, lo que no proviene de LUCA (Last Universal Common Antecesor) nos es totalmente desconocido. Necesitamos carbono, necesitamos agua, nuestra información se transmite a lo largo de generaciones a través de nuestro ADN, mucha radiación nos mata, poca gravedad también, necesitamos oxígeno para respirar y no nos sienta nada bien que sobre nuestras cabezas no exista una atmósfera de presión… ejemplos válidos para nuestra especie, el ser humano (buscar por internet lo que pueden resistir algunos extremófilos y podéis tachar hasta un 80% de lo escrito hasta ahora)
El hecho es que el conocer una sola génesis nos está dificultando (muchísimo) la búsqueda de vida fuera de nuestra atmósfera, tanto que puede que nuestras sondas hayan pasado por encima de ella sin haberse dado ni cuenta (y lo pongo en plural porque puede que haya sucedido más de una vez).
A medida que exploramos el sistema solar vamos viendo lugares donde la vida pudo surgir en un pasado, sitios donde hace millones de años se pudieron dar las condiciones de habitabilidad que tanto buscamos para que algo parecido a un organismo vivo apareciera y tuviese la oportunidad de evolucionar. Pero, ahí no se queda la cosa, a medida que vamos mejorando nuestros instrumentos y aumentando nuestra área de exploración, nos damos cuenta que quizás, solo quizás, haya localizaciones donde la vida exista hoy en día.
Todavía existen discrepancias sobre los experimentos que las sondas Viking realizaron sobre suelo marciano en 1976. Uno de ellos, conocido como experimento LR (Labeled Release), dió positivo para la existencia de metabolismo en las muestras que recolectó. Un segundo experimento no encontró rastro de sustancias orgánicas (fundamentales para la aparición de la vida en nuestro planeta y que años después encontraría Curiosity en el cráter Gale). La NASA interpretó que las sondas no habían encontrado vida, algo que en los últimos años se está poniendo en duda por diversos estudios, quizás la forma de recoger las muestras esterilizó la tierra marciana analizada, quizás las formas de vida que provocaron la metabolización del primer experimento no se basaban en el carbono…
A la izquierda depósitos de silicatos en el cráter Gusev (Marte), a la derecha depósitos de silicatos en la región chilena de «EL TATIO» (NASA/Spirit/JPL)
Hace unos días apareció un estudio de dos geólogos de la Universidad de Arizona. La imagen de la izquierda fue tomada por el rover Spirit en abril de 2007, cerca de un área conocida como «Home Plate» en el cráter Gusev. Spirit encontró multitud de nódulos ricos en silicatos dispersos por toda la zona, algo que indicaba la probable existencia de respiradores hidrotermales en el contexto de un antiguo Marte mucho más húmedo.
La parte derecha de la foto corresponde con la región conocida como «El Tatio», una región de Chile situada a 4.200 metros de altitud, uno de los lugares en nuestro planeta donde existen fuentes hidrotermales a mayor altura. Aquí la atmósfera es más fina, la cantidad de radiación ultravioleta mayor, las temperaturas más frías, un lugar muy parecido al inhóspito Marte, un lugar donde aparecen nódulos de silicatos parecidos a los del cráter Gusev, depósitos de silicatos producidos por la acción de microbios en el caso terrestre, de origen aún por filiar en el caso marciano.
Estructura del interior de Europa (NASA/JPL)
Quizás no deberíamos mencionar las enormes masa de agua subterránea repletas de sustancias orgánicas que esperan ser exploradas en las lunas de Europa y Encelado. Nadie sabe en qué se pueden haber transformado las enormes fuerzas de marea provenientes de Júpiter.
Tampoco sabemos si algún tipo de microorganismo puede haber aprovechado la conjunción de una densa atmósfera rebosando de tolines con enormes mares y ríos de etano y metano que discurren por la superficie de Titán.
No tenemos ni idea de lo que puede haber aparecido debajo de la Planicie del Sputnik (el gran corazón de Plutón), donde un enorme océano subterráneo persiste en estado líquido durante miles de millones de años a miles de millones de kilómetros del Sol.
A la hora de buscar vida no sabemos ni lo que estamos buscando, no lo hacemos con los instrumentos adecuados y ni siquiera lo hacemos en los sitios más adecuados. Además es posible que hayamos pasado por al lado de ella y no nos hayamos dado ni cuenta.
Así es muy difícil… y luego está el estúpido antropocentrismo, y luego…
Las emisiones en el espectro ultravioleta encontradas por Hubble superpuestas en una imagen de Europa tomada por la sonda Galileo (HUBBLE/NASA)
El telescopio espacial Hubble, aprovechando al máximo su capacidad resolutiva, ha captado enormes géiseres en el polo sur de Europa, la helada luna de Júpiter.
Enormes columnas de vapor de agua emanando del océano subterráneo de Europa, jets que llegan hasta 200 kilómetros de altitud, una distancia que permitiría su estudio desde un orbitador.
Supuesta estructura de los géiseres de Europa (NASA)
El modelo que se plantea es el de enormes plumas, con material proveniente de un océano subterráneo que contendría el doble de agua existente en todos los océanos de nuestro planeta. El material de esos jets volvería a caer sobre la superficie de Europa debido a la gravedad del satélite. Serían géiseres intermitentes, con una frecuencia de aparición mucho menor que los hallados en Encelado, localizados en la zona del polo sur.
Imágenes obtenidas por el Hubble en los 15 tránsitos observados de Europa por delante de Júpiter
El Hubble ha aprovechado los múltiples tránsitos de Europa por delante de Júpiter para usar su espectrógrafo y encontrar emisiones en el espectro ultravioleta del polo sur de Europa que bloqueaban la luz proveniente del gigante gaseoso.
En concreto, en diez de los quince tránsitos estudiados se observaron los posibles géiseres, algo que da bastante seguridad a la hora de confirmar su existencia.
Señores de la Nasa, por favor, déjense de tonterías de una vez. Si lo que quieren es financiación les puedo asegurar que la estrategia está muy clara. UNA MISIÓN A EUROPA, una misión ya a un mundo que tiene un gigantesco océano subterráneo de agua líquida, con sustancias orgánicas, con fuentes termales de calor, con géiseres de 200 kilómetros de altitud que permitiran estudiar la composición del océano subterráneo sin hacer un solo agujero en la superficie… Es vergonzoso ver cómo están ahogando, poco a poco, la futura misión Europa Clipper con recortes en el presupuesto y retrasos en su diseño.
Europa representa el mayor objetivo astrobiológico junto con Encelado y Titán de nuestro sistema solar. Podemos ir a explorarlo en menos de una década, el descubrimiento de algo parecido a vida tendría un impacto incalculable en la financiación de la agencia que lo encuentre.
De verdad, tenemos que ir…
Por aquí os dejo el enlace a un post que he realizado para la Cátedra de Cultura Científica de la Universidad del País Vasco en colaboración con Naukas.