Uno de los mayores errores del ser humano ha sido su incapacidad de aprender de las lecciones que le da historia, cíclicamente, cada dos o tres generaciones.
En los dos últimos siglos hemos sido incapaces de romper la cadencia de engranar grandes conflictos bélicos, seguidas de grandes crisis ecónomicas, pequeñas etapas de crecimiento y aumento de las libertades… y vuelta a empezar.
A pesar de los miles de registros, datos, libros, biografías, sacrificios,… somos incapaces de aguantar la memoria histórica más allá de una o dos generaciones a lo sumo, y todos sabemos que el que olvida su pasado está destinado a repetirlo (acaso eso a lo mejor también se nos olvidó)
Somos incapaces de recordar que, en épocas de crisis y malos presagios, el que ha tenido ventaja siempre ha sido aquel capaz de dar un paso hacia atrás y ver la situación desde otra perspectiva. Los que ahora recordamos como grandes de la historia así lo han hecho.
Situaciones del pasado de la que no hemos aprendido mucho:
1) Tras el accidente de Chernobil, 1.000 personas recibieron grandes dosis de radiación durante el primer día después del accidente, 200.000 personas recibieron alrededor de 100 mSv, 20.000 cerca de 250 mSv y algunos 500 mSv. En total, 600.000 personas recibieron dosis de radiación por los trabajos de descontaminación posteriores al accidente. 5.000.000 de personas vivieron en áreas contaminadas y 400.000 en áreas gravemente contaminadas, hasta hoy no existen trabajos concluyentes sobre la incidencia real, y no teórica, de este accidente en la mortalidad poblacional (datos tomados de la wikipedia), todo esto pasó el 26 de abril de 1986 (se supone que relativamente cerca en el tiempo), todos sabemos lo que ocurrió el 11 de Marzo de 2011 en Fukushima y sólo hay que tirar de hemeroteca para saber lo que dirá la wikipedia en unos años sobre las consecuencias de la radiación en la población. Hemos vuelto a fallar…
2) Guerra de Vietnam, enfrentamiento militar que se prolongó desde 1959 hasta 1975, lo que empezó siendo un levantamiento de las guerrillas comunistas (el Vietcong) de Vietnam del Sur apoyadas por Vietnam del Norte, acabó siendo una guerra entre ambos países que pronto pasó a un conflicto internacional cuando USA y 40 países más apoyaron a Vietnam del Sur, mientras que la URSS y China suministraban municiones a Vietnam del Norte y al Vietcong. El resultado, una vez más, se puede consultar en cualquier web de internet, se estima que murieron más de dos millones de vietnamitas, tres millones fueron heridos y cientos de miles de niños quedaron huérfanos. La población refugiada se ha calculado en 12 millones de personas; entre abril de 1975 y julio de 1982 aproximadamente 1 218 000 refugiados fueron reubicados en más de 16 países.
Una vez más podemos encontrar un reflejo de una situación en la recién «acabada» guerra de Irak (en su segunda parte), el 20 de marzo de 2003, 4 días tras la famosa cumbre de las Azores, comienza la invasión de Irak por parte de una coalición internacional liderada por USA, para el 31 de diciembre de este año el presidente Obama ha anunciado la retirada total de sus tropas. Entre uno y otro evento más de 100.000 iraquíes, según la ONG Iraq Body Count, y más de 4.400 soldados estadounidenses han perdido la vida en la guerra, a las que habría que sumar otras bajas en la coalición internacional… volvimos a fallar
Actualmente nos enfrentamos, a una crisis económica de gran envergadura y gran repercusión en numerosos países a lo largo del globo, pero, efectivamente si echamos un vistazo hacia atrás nos damos cuenta que no mucho más importante que la de 1929, o las épocas de recesión que siguieron a las dos grandes guerras, ¿es que no aprendemos, somos incapaces de no tropezar una y otra vez contra el mismo muro?
Esta vez sabemos el origen de la debacle económica y no hemos hecho nada para evitarla, también sabemos que los primeros que saldrán de ella serán «los que den el paso hacia atrás» para mirar con un poco de perspectiva la situación.
Por primera vez en la historia de la humanidad, la solución no reside en aumentar el poder militar, en desarrollar nuevas estrategias para fagocitar las economías competidoras,… la salida está en invertir en ciencia, en tecnología, en conocimiento. El país que primero se de cuenta de este hecho, tendrá dados muchos pasos por delante de quien se empeñe en usar otras estrategias. Nuestros científicos, investigadores, médicos, biólogos, químicos,.. son los nuevos soldados que nos deben marcar el camino a seguir, quizás no sea del todo falso que las grandes oportunidades surgen en los peores momentos.
Miremos las cosas con perspectiva, ya nos hemos equivocado muchas veces.