Iba a escribir un post sobre la crisis económica y de valores por la que pasa el mundo occidental en estos primeros años del siglo XXI, un post lleno de pesimismo, malos augurios, críticas a sectores políticos, financieros, estamentos con privilegios y demás fauna y flora que pueblan nuestro país. Es decir iba a escribir más de lo mismo.

Esta milonga ya nos la sabemos, seguro que podemos recitar de memoria cada una de las variables económicas que nos mantienen en el precipicio de la ruina día a día, seguro que sabemos por donde va la prima de riesgo, la clasificación de los bonos por parte de ciertas agencias americanas, sabemos más acerca de estos valores que los de nuestra propia economía particular.

Entre tanto divagar y tanto bombardeo de malas noticias he dado con este fragmento de la serie Cosmos de Carl Sagan, grabado hace casi 30 años y totalmente vigente a día de hoy.

Nos están haciendo entrar en una espiral de pesimismo y desprestigio que no nos lleva a ninguna parte, no es el camino. Quizás es el propósito que se busca, una sociedad desanimada y pesimista acepta mejor ciertos abusos de la clase dirigente, los ve normales, se ve normal que se destroce la sanidad, la educación, la investigación, el tejido industrial y agrícola. Se asumen recortes en libertades personales, en poder adquisitivo… todo en aras de una crisis ficticia que nosotros no hemos creado, que se nos ha impuesto.

Desfalcos, chanchullos, tráfico de influencias,.. cosas que hace sólo unos años hubieran sido motivo de escándalo y movilización (solo una de ellas), hoy se emiten en los telediarios a pares, diariamente y sin apenas repercusión. Estamos anestesiados.

El objetivo real es este, no nos equivoquemos, miremos las cosas con un poco de perspectiva.