Nuevas fotografías directas de tres exoplanetas

20131203-223251.jpg

Son solo pequeños píxeles estorbando en un precioso fondo negro, minúculos puntos de luz que con un rápido visionado apenas nos dicen nada.

Pero si nos paramos a pensar solo unos segundos, puede que a algunos nos recorra un escalofrío por la espalda. Mirando fijamente a un sencillo y minúsculo pixel que lucha por tomar protagonismo en una enorme pantalla, de repente, caemos en la cuenta de que lo que miramos es un mundo…

Tomar estas fotografías directas es una tarea extremadamente difícil. Solo tenemos una docena de ellas, y en algunas puede que no estemos viendo un exoplaneta real.

Los planetas en cuestión son FW tau b, ROXs 42B b, y ROXs 12 b. Las tres instantáneas han sido realizadas por el telescopio Keck II de Hawaii.

Para realizarlas ayuda bastante el hecho de que sean planetas jóvenes con el suficiente calor interno que permita a nuestros telescopios el cazarlos en el espectro infrarrojo de la luz. Además si su estrella emite poco brillo, la tarea se simplifica un poco más (solo un poco).

De FW Tau b sabemos que orbita alrededor de un joven sistema binario de enanas rojas a unos 470 años luz de la Tierra. El planeta tiene una masa diez veces la de Júpiter y su temperatura ronda los 1700° C.

ROXs 42B b también pertenece a un sistema binario de estrellas con una edad de 7 millones de años, está situado a 390 años luz de nuestro planeta, tiene una masa de once veces nuestro Júpiter y su temperatura es de 1900° C.

20131203-230821.jpg

Por último ROXs 12 b orbita alrededor de una fría enana roja a unos 390 años luz de nosotros. El planeta es el mayor de los tres, con casi 16 veces la masa de Júpiter lo cual puede sugerirnos que puede ser una enana marrón, aunque no lo sabemos aún porque el rango de error está en 16+/-4 y actualmente se consideran enanas marrones a las que superan en 13 veces la masa joviana.

La fotografía directa de exoplanetas es una rama de la astronomía que acaba de nacer. Muchos pasos quedan por dar aún, y muchos errores por cometer, pero algo está claro, estamos viendo imágenes que ningún ser humano ha visto antes. Donde antes veíamos estrellas ahora vemos planetas. Son solo insignificantes píxeles perdidos sobre un manto oscuro… pero son mundos.

Fuente: http://arxiv.org/pdf/1311.7664.pdf

«TODOS ESTOS MUNDOS SON VUESTROS, EXCEPTO EUROPA. NO INTENTÉIS ATERRIZAR ALLÍ»

20130410-114143.jpg

El espíritu humano suele rebelarse contra las prohibiciones desde sus más profundos orígenes.

La frase que encabeza este post es con la que termina la célebre novela de Arthur C. Clarke «2010: Odisea dos». Una orden clara y tajante. No aterrizar en la helada luna de Júpiter bajo ningún concepto.

Tenemos prohíbido, cual manzana de Adán, el inspeccionar o explorar un mundo con una gruesa capa de hielo bajo el cuál existe un enorme oceano líquido donde pueden darse las condiciones adecuadas para que nos demos de morros con cualquier tipo de vida que nos podamos imaginar. ¡Por favor! ¿Pero en qué estamos pensando?.

Cada nuevo estudio es un alicente más para inundar ese planeta de sondas.

El hallazgo de peróxido de hidrógeno en la superficie intriga a la comunidad científica. El océano que esconde la luna podría transformarlo en oxígeno si asumimos que existe algún tipo de comunicación con la fría corteza helada externa.

Si hay oxigeno tenemos una fuente energética que la vida podría usar para su desarrollo. La disponibillidad de oxidantes fue una parte crítica en el desarrollo de la vida multicelular en la Tierra. Puede estar pasando lo mismo en Europa, la cual ya posee el resto de elementos necesarios para la vida como agua líquida y elementos orgánicos.

20130410-114950.jpg

Las nuevas observaciones del telescopio Keck II muestran un peróxido de hidrógeno muy diluido y distribuido por toda la superficie.

Los hemisferios de Europa mantienen la misma orientación con respecto a Júpiter debido a su rotación cada 86 horas. La cara que mira hacia el gigante gaseoso es la más expuesta a la brutal radiación ambiental, y precisamente ahí es donde más peróxido de hidrógeno se ha encontrado (tanto por la sonda Galileo como por el Keck II). También coincide con zonas donde el hielo está menos mezclado con otros componentes, es decir, donde más pura es el agua. Si este oxidante que cubre la superficie tuviera contacto con el océano subyacente se podría confirmar que la radiolisis es clave en los mecanismo químicos necesarios para crear un océano potencialmente habitable, cerrando así un ciclo que no estamos investigando ni existen planes a corto plazo para remediarlo.

Imperdonable.

Y ahora damos fondos para una nueva guerra contra algún país con dictador o difundimos un vídeo de gatos…. Así nos va.

Fuente: Centauri dreams