Hoy es un día señalado en la corta historia de nuestra exploración del universo que nos rodea.
El equipo de Pale Red Dot, usando los espectrógrafos de los telescopios de La Silla y el VLT (ambos del Observatorio Europeo Austral), ha descubierto un planeta con 1,27 masas terrestres orbitando Proxima Centauri cada 11,186 días a una distancia de 7,5 millones de kilómetros…
Todos estos números sólo quieren decir una cosa… Tenemos un objetivo, tenemos trabajo…
Cuando hace más de 20 años empezamos a descubrir exoplanetas fuera de nuestro sistema solar nadie creía que allá donde miráramos habría estrellas con toda clase de mundos, hace unos pocos años nadie pensaba que habría millones de mundos potencialmente habitables en nuestra galaxia… y ahora esto… Proxima Centauri b, un mundo de características terrestres situado en la zona de habitabilidad de la estrella más cercana a nuestro sol. A 4.2 años luz de nosotros puede haber un planeta cuya distancia a su estrella permite que pueda haber agua líquida en superficie… el escenario de la mejor novela de ciencia-ficción convertido en realidad.
A partir de hoy mismo los telescopios de medio mundo tienen un objetivo común, conseguir más datos de Proxima Centauri b. Necesitamos más datos que confirmen los obtenidos por el equipo de Pale Red Dot, la técnica con la que se ha descubierto a Proxima b es la de la velocidad radial, es decir, a través de los efectos gravitatorios que produce la masa del planeta en su estrella. Este método solo permite averiguar la masa y el periodo orbital, necesitamos muchos más datos, y por primera vez en la historia de nuestra civilización podemos obtenerlos. Nuestros telescopios pueden intentar cazar un tránsito de Proxima b (algo que requeriría bastante suerte), pueden intentar obtener una imagen directa del planeta (ya se ha conseguido en otros sistemas estelares mucho más distantes), y sobretodo, en un par de años, pueden empezar a estudiar su hipotética atmósfera (el futuro telescopio James Webb tendrá capacidad suficiente para hacerlo).
A la izquierda alfa centauri, a la derecha beta. Dentro de un círculo la pequeña Proxima Centauri (Wikimedia)
Empezamos hoy una empresa que puede durar generaciones, el primer paso está dado, el objetivo existe. Las próximas centurias dirán si la humanidad puede convertirse en una especie interestelar y usar un pequeño planeta alrededor de una modesta estrella como punto de partida a otros objetivos.
Un día alguno de nuestros descendientes mirará al cielo y verá algo parecido a esto…
Actualización: el PHL (Planetary Habitability Laboratory) acaba de sacar un nuevo listado de mundos potencialmente habitables que incluye a Proxima b, y debido a sus características le han asignado un 0.87 de índice de habitabilidad (siendo la tierra de 1) lo que le coloca como el exoplaneta con mayor índice de habitabilidad de los conocidos.
Otros datos sobre Proxima Centauri b
Fuente:
– ESO
Muy interesante. Saludos,
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Es la noticia del año 🙂
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Massimo: el problema esta en que los astrónomos(seres humanos) viven muy poco. gracias saludos Magglio
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Hace 55años estudio astronomia ,mi abuelo mi inicio en este apacinante tema .muy bueno lo aqui publicado. Mi fbook Attila maximiliano rey huno. Mi mail Attilamaximiliano@gmail.com.
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Si carl sagan lo pudiera ver. Yo solo espero que el proximo presidente de la casa blanca no acabe con los sueños y se cancelen algunas misiones que saldran en unos años. Yo quiero de una vez que paren las guerras y empecemos a pensar en mandar algo a ese mundo y a otros como titan, europa y encelado. A veces pienso que la humanidad tiene miedo de ver que no esta sola.
saludos.
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