Atrévete con cosas poderosas,… con ese mensaje descendía el rover Perseverance hacia su hogar los próximos años. Un mensaje que a muchos se nos había olvidado ya, totalmente sumergidos en una vorágine de pesimismo, de malas noticias, de continuas decepciones,… se nos había olvidado lo importante.
El último ejemplo de este lema lo veíamos hace unos días en el vuelo de prueba de la Starship de SpaceX. Un prototipo totalmente novedoso que en su versión final será capaz de llevarnos aterrizar en cualquier lugar del sistema solar, con una capacidad de transportar cargas y personas nunca antes conocida.
La ciencia nos está permitiendo contemplar un antiguo delta marciano, donde quizás la vida tuvo una oportunidad hace 2.500 millones de años. Nos está permitiendo observar asombrosas formaciones sedimentarias en el cráter Gale, donde Curiosity continua ascendiendo por las faldas del monte Sharp. Nos está ayudando a combatir la peor pandemia en más de un siglo gracias al desarrollo de vacunas efectivas y seguras en un tiempo récord.
Espero y deseo que aún quede alguien al otro lado de la pantalla que se haya emocionado al ver alejarse el skycrane del rover una vez cumplido su cometido, que se haya preguntado sobre el posible origen volcánico de algunas de las rocas donde se ha posado Perseverance o que sólo se haya maravillado al ver cómo un cohete es capaz de descender planeando y en el último momento encender y apagar sus motores, casi con voluntad propia y posarse (más o menos con éxito) sobre la pista de Boca Chica.
Esto solo acaba de comenzar, sería una pena que lo echáramos todo a perder…