El telescopio espacial Kepler vuelve a detectar el tránsito de un exoplaneta

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En Mayo del año pasado el ya mítico Telescopio espacial Kepler cesó sus actividades tras el fallo de 2 de sus 4 giroscopios, elementos imprescindibles para orientar la sonda a la hora de buscar nuevos exoplanetas.

Desde entonces muchas han sido las propuestas para realizar observaciones con menos maniobrabilidad. La misión K2 del telescopio ha recibido casi 100 borradores de científicos de todo el mundo.

Pero acabo de ver un gráfico que me ha helado la sangre… En Enero de 2014 el telescopio realizó pequeñas observaciones a modo de prueba, y el resultado es la hermosa curva de luz que abre el post. Es el tránsito del exoplaneta WASP-28b, son datos obtenidos a intervalos de 1 minuto de observación, es un exoplaneta ya conocido, es un Júpiter caliente de gran tamaño… ¡pero Kepler es capaz de seguir detectando exoplanetas!

Aún no se sabe lo sensible que podrá ser Kepler en su nueva etapa, pero puede ser que sea capaz de ver planetas del tamaño terrestre alrededor de estrellas brillantes tipo G y K.

Queremos ver más datos de una de las misiones más espectaculares de los últimos tiempos. Crucemos los dedos.

Fuente: http://www.tombarclay.com/blog/2014/02/the-first-k2-observation-of-a-transiting-exoplanet/

http://ow.ly/tmKQh

La Gemini Planetary Imager está en marcha.El espectáculo de fotografiar exoplanetas comienza.

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La visión directa de un mundo situado a centenares de años luz de nosotros es una de las imágenes que más me ha impactado dentro de la astronomía moderna.

Hasta ahora este tipo de instantáneas son muy escasas en número, pero eso va a cambiar. Comienza el periodo de actividades de la Gemini Planetary Imager (GPI). Esta cámara va a capturar la imagen directa de docenas de exoplanetas , y eso puede colapsar de posts este humilde blog.

La cámara GPI está situada en el telescopio Gemini South en Chile. GPI es del tamaño de un coche pequeño y usa su avanzada óptica para retratar jóvenes planetas alrededor de soles distantes. Está diseñada para observar en infrarrojo y esto tiene una explicación lógica.

Los planetas recién formados, con menos de mil millones de años de edad, aún conservan el calor originado en su formación lo que les hace brillar en el espectro infrarrojo, a la vez que sus estrellas no son tan brillantes en esa longitud de onda. Es decir, tenemos una cámara que resalta la imagen de pequeños planetas alrededor de sus gigantescas estrellas, algo impensable hace unos pocos años.

La imagen que abre el post es un ejemplo de lo que hablamos. Muestra el planeta Beta Pictoris b, situado a unos 63 años luz de la Tierra. El exoplaneta orbita a una distancia de 2.000 millones de kilómetros de su astro, la separación de Urano de nuestro Sol. La imagen se ha obtenido disminuyendo artificialmente el brillo de la estrella para resaltar el débil calor interno que desprende Beta Pictoris b.

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La GPI también es capaz de fotografiar mundos de nuestro propio sistema solar, la foto de arriba compara la imagen tomada por una sonda con la tomada por la nueva cámara. Tiene menos detalle pero va a ser muy útil en una época donde la exploración del sistema solar exterior está bajo mínimos.

Otra de las características que hace especial esta cámara es su habilidad para capturar el espectro de los planetas que fotografïa. Una mina de datos que se pueden traducir en detalles sobre la composición de su atmósfera, temperatura y patrones climatológicos.

Hasta ahora solo poseemos una docena de fotos directas de mundos situados fuera de las fronteras de nuestro sistema solar. Esto va a cambiar drásticamente con la nueva cámara que va a escrutar al menos 600 estrellas búscando los preciados tesoros que orbitan alrededor suyo.

Hace unos pocos años apenas conocíamos de su existencia, ahora nos preparamos para fotografiarlos a millones de años luz y de manera rutinaria. Impresionante.

Fuente: http://www.gemini.edu/node/12113

Cinco nuevos exoplanetas rocosos descubiertos por la sonda Kepler. Los mini-Neptunos dominan la galaxia

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Los datos pendientes de revisar que dejó la sonda Kepler antes de parar sus actividades van dando grandes resultados.

Cinco nuevos planetas rocosos están entre la nueva remesa de exoplanetas descubiertos. El tamaño de estos nuevos cuerpos oscila entre un 10% y un 80% más que nuestro planeta.

Entre los cinco exoplanetas destacan Kepler-99b y Kepler-406b, los dos son solo un 40% más grandes que la Tierra y una densidad similar a la del plomo. Aún siendo rocosos y de tamaño no muy alejado de nuestro mundo, la vida lo tiene muy difícil para surgir en su superficie.

Su órbita cada 5 días y su mínima distancia a su sol los convierten en planetas extremadamente calurosos para albergar vida tal como la conocemos.

Los hallazgos han sido presentados por Geoff Marcy, uno de los más célebres pioneros en la búsqueda exoplanetaria. Se han liberado los datos de hasta un total de 16 nuevos exoplanetas con sus masas y densidades.

A medida que vamos teniendo más datos de la sonda las conclusiones que se obtienen son cada vez más sorprendentes.

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Más del 75% de los planetas candidatos tienen tamaños comprendidos entre los de la Tierra y los de Neptuno, que es aproximádamente cuatro veces superior al terrestre. Estos exoplanetas, conocidos como mini-Neptunos,dominan el censo galáctico encontrado por Kepler aun no estando representados en nuestro propio Sistema Solar. Los astrónomos no saben como se forman o si están hechos de roca, agua o gas. Tampoco está claro porqué el tipo de planeta más frecuente en nuestra galaxia no está presente en nuestro sistema.

Las mediciones realizadas por el Keck Observatory en Hawaii han permitido determinar las masas de estos 16 objetos. Una vez tenemos el diámetro (dado por Kepler) y la masa, se puede obtener la densidad del planeta, que da una pista sobre si el planeta es gaseoso, rocoso o una mezcla de ambos.

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Las densidades encontradas sugieren que los mini-Neptunos tienen un núcleo rocoso, pero las proporciones de hidrógeno y helio de la envoltura que rodea ese núcleo varían dramáticamente, con algunos que no tienen envoltura en absoluto.

Uno de los objetivos del malogrado telescopio espacial Kepler era encontrar planetas del tamaño terrestre orbitando dentro de la zona de habitabilidad de sus estrellas, es decir, buscar planetas capaces de albergar vida basándonos en el único ejemplo que poseemos.

A raiz de los datos que van apareciendo quizás debiéramos considerar estos mini-Neptunos como módelo de cuerpo rocoso más frecuente, centrándonos en estudiar las posibilidades de que sean habitables.

Puede que lo importante ya no resida en establecer la fracción de estrellas con planetas de tamaño similar al terrestre en una órbita que permita la vida, la clave puede estar en identificar la fracción de estrellas con planetas rocosos potencialmente habitables.

Una vez más el modelo a seguir no lo marcamos nosotros.

Fuentes:

http://www.space.com/24180-rocky-planets-mini-neptunes-aas223.html?utm_medium=referral&utm_source=t.co

http://www.jpl.nasa.gov/m/news/news.php?release=2014-004&utm_medium=referral&utm_source=t.co#.UswlqXm9LCT

Descubierta la primera candidata a exoluna

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Se acaba de dar otro gran paso en el campo de los exoplanetas. Por primera vez tenemos una candidata a exoluna orbitando un planeta fuera de nuestro sistema solar.

El sistema exoplaneta-exoluna ha sido bautizado como MOA-2011-BLG-262, y ha sido descubierto a través del sistema de microlentes.

El planeta principal tiene una masa cuatro veces la de nuestro Júpiter, mientras que su luna posee una masa menor que la Tierra.

El método de detección por microlentes se confirma útil para detectar las múltiples lunas que orbitan a los cientos de exoplanetas confirmados.

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En nuestro Sistema Solar las mayores esperanzas de encontrar vida fuera de nuestro planeta se centran en Europa, Titán o Encelado, lunas que orbitan planetas gigantes fuera de la zona de habitabilidad tal como la entendemos.

La detección de estos cuerpos puede ser crucial para la identificación de vida fuera de nuestro planeta. Ya hemos dado un primer paso.

Fuente: http://arxiv.org/abs/1312.3951

Nuevas fotografías directas de tres exoplanetas

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Son solo pequeños píxeles estorbando en un precioso fondo negro, minúculos puntos de luz que con un rápido visionado apenas nos dicen nada.

Pero si nos paramos a pensar solo unos segundos, puede que a algunos nos recorra un escalofrío por la espalda. Mirando fijamente a un sencillo y minúsculo pixel que lucha por tomar protagonismo en una enorme pantalla, de repente, caemos en la cuenta de que lo que miramos es un mundo…

Tomar estas fotografías directas es una tarea extremadamente difícil. Solo tenemos una docena de ellas, y en algunas puede que no estemos viendo un exoplaneta real.

Los planetas en cuestión son FW tau b, ROXs 42B b, y ROXs 12 b. Las tres instantáneas han sido realizadas por el telescopio Keck II de Hawaii.

Para realizarlas ayuda bastante el hecho de que sean planetas jóvenes con el suficiente calor interno que permita a nuestros telescopios el cazarlos en el espectro infrarrojo de la luz. Además si su estrella emite poco brillo, la tarea se simplifica un poco más (solo un poco).

De FW Tau b sabemos que orbita alrededor de un joven sistema binario de enanas rojas a unos 470 años luz de la Tierra. El planeta tiene una masa diez veces la de Júpiter y su temperatura ronda los 1700° C.

ROXs 42B b también pertenece a un sistema binario de estrellas con una edad de 7 millones de años, está situado a 390 años luz de nuestro planeta, tiene una masa de once veces nuestro Júpiter y su temperatura es de 1900° C.

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Por último ROXs 12 b orbita alrededor de una fría enana roja a unos 390 años luz de nosotros. El planeta es el mayor de los tres, con casi 16 veces la masa de Júpiter lo cual puede sugerirnos que puede ser una enana marrón, aunque no lo sabemos aún porque el rango de error está en 16+/-4 y actualmente se consideran enanas marrones a las que superan en 13 veces la masa joviana.

La fotografía directa de exoplanetas es una rama de la astronomía que acaba de nacer. Muchos pasos quedan por dar aún, y muchos errores por cometer, pero algo está claro, estamos viendo imágenes que ningún ser humano ha visto antes. Donde antes veíamos estrellas ahora vemos planetas. Son solo insignificantes píxeles perdidos sobre un manto oscuro… pero son mundos.

Fuente: http://arxiv.org/pdf/1311.7664.pdf

Un exceso de carbono puede disminuir la habitabilidad de un planeta

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A la izquierda un planeta rico en silicatos y océanos de agua, a la derecha uno en carbonatos sin rastro alguno de líquido en la superficie (recreación)

Los planetas ricos en carbono quizás estén destinados a la ausencia de océanos en su superficie.

Nuestro Sol es una estrella pobre en carbono lo que ha facilitado que la Tierra esté formada en su mayor parte de silicatos y no carbono. Otras estrellas con mucha mayor proporción de carbono tienen más posibilidades de albergar planetas ricos en la misma sustancia, incluso algunos con capas de diamantes.

Todos sabemos de la importancia del carbono a la hora de favorecer la aparición de vida. Es la base fundamental de la química orgánica y como tal es buscado como biomarcador a la hora de establecer la habitabilidad de un planeta.

Lo que es una ironía es que un exceso de un material imprescindible para la vida pueda significar su total ausencia. El exceso de carbono podría robar el oxígeno destinado a formar agua, el disolvente esencial para la vida tal y como la conocemos.

Esta nueva teoría puede influir negativamente en la posibilidad de albergar vida en algunos exoplanetas situados en la zona habitable de sus estrellas. Planetas de tamaño terrestre, a una distancia adecuada de su estrella para mantener agua líquida en superficie, con temperaturas razonables y que pueden ser grandes desiertos debido a la mayor afinidad del oxígeno a unirse con el carbono antes que con el hidrógeno.

Los conceptos de habitabilidad empiezan a variar a medida que conocemos más datos sobre los exoplanetas que descubrimos y sus estrellas. Aunque todavía queda por llegar un cambio definitivo, el día en que modifiquemos los conceptos de habitabilidad en sí.

Fuente: http://www.jpl.nasa.gov/m/news/index.cfm?release=2013-308

Descubiertos los restos de un asteroide rico en agua alrededor de la estrella GD 61

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Astrónomos han encontrado los restos de un asteroide que contiene grandes cantidades de agua alrededor de una enana blanca llamada GD 61, localizada a unos 150 años-luz de nuestro planeta.

Algunos habrán leído el párrafo anterior y habrán continuado el escaneo del post como si nada, pero otros habrán retornado al principio, donde pone astrónomos, y habrán intentado asimilar todos lo que realmente se dice.

Estamos hablando de los restos de lo que podría ser un asteroide siendo engullido por una estrella al final de su vida o enana blanca, hablamos de un sistema situado a 150 años luz de nosotros,… parece la introducción de una novela de ciencia-ficción, y sin embargo es real.

Los datos provienen del telescopio espacial Hubble, de los telescopios Keck I y II, y del observatorio FUSE de la NASA. Todo un elenco de instrumentos fusionando sus capacidades.

Esta es la primera vez que se encuentra agua y una superficie rocosa juntos fuera de nuestro sistema solar, las dos grandes propiedades que convierten un planeta en habitable.

Las trazas provocadas al precipitarse el asteroide sobre GD 61 contienen hasta un 26% de agua, muy similar a Ceres (el mayor asteroide de nuestro sistema solar), ambos sobrepasan por mucho el porcentaje de agua de nuestro planeta cifrado en un 0,02%.

Los planetas rocosos se forman a través de un proceso de acreción, es decir la unión de varias formaciones rocosas como el asteroide hallado.

Lo encontrado pueden ser los restos de lo que pudo ser un exoplaneta habitable alrededor de una más joven estrella, o una señal de varios planetas habitables existentes en la actualidad, un sistema solar no puede crear cosas tan grandes como el asteroide encontrado y evitar formar planetas, estos cuerpos son los bloques constituyentes de los planetas terrestres, lo que unido al hecho de contener un 26% de agua sugiere un escenario de exoplanetas rocosos potencialmente habitables, un escenario muy interesante a investigar.

Los restos que orbitan la enana blanca fueron analizados por los espectrógrafos de los observatorios Keck I y Keck II, encontrando magnesio, hierro y silicio, que junto al oxígeno son los principales componentes de las rocas.

Calculando la cantidad de estos elementos con respecto al oxígeno se puede predecir cuánto oxígeno debería haber en la atmósfera de la enana blanca. Los investigadores encontraron un exceso de oxígeno en las mediciones, este exceso solo podía estar unido a agua o a carbono y sabiendo que este último elemento no existe en las enanas blancas solo cabía una posibilidad… agua.

Según palabras de Boris Gänsicke, «estos hallazgos incluso dejaban a un lado la posibilidad de que fueran cometas ya que son ricos en agua y carbono, sabemos que estamos ante un asteroide rocoso con una enorme cantidad de agua, un cuerpo muy parecido a nuestro Ceres».

«Estos asteroides nos indican que el sistema de GD-61 tuvo (o aún tiene) planetas terrestres rocosos, incluso la forma en que estos materiales contaminan la atmósfera puede indicar la existencia de gigantes gaseosos cercanos, todo un sistema solar complejo esperando a ser estudiado».

Fuente: http://www.keckobservatory.org/recent/entry/watery_asteroid_discovered_in_dying_star_points_to_habitable_exoplanets

El primer mapa de nubes de un exoplaneta

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Y aquí lo tenemos. Usando los datos del telescopio espacial Kepler y del Spitzer tenemos la primera recreación de la atmósfera de Kepler-7b un gigante gaseoso tipo Júpiter.

Las mediciones realizadas indican altas nubes en la zona oeste del planeta y cielos despejados en el este.

El telescopio Spitzer ya había participado en obtener mapas de temperaturas de exoplanetas pero esta es la primera vez que obtiene las estructuras de las nubes de otro planeta.

Es un mapa a muy baja resolución obtenido después de 3 años de observaciones, pero así y todo es increíble que podamos ver algo similar. No es una recreación de un artista o una aproximación, son datos concretos y reproducibles.

Las observaciones del Kepler en luz visible dejaban adivinar unas manchas brillantes en su parte oeste. Pero fueron las mediciones en infrarrojo del Spitzer las que dieron la pista más fiable sobre su origen. La temperatura estimada está entre 1100-1300 grados Kelvin algo «frío» para un gigante gaseoso que orbita a 0.6 unidades astronómicas de su estrella (nosotros lo hacemos a 1 UA). Esto indica que Kepler-7b refleja mucha más luz de la que recibe, lo que concuerda con el modelo de nubes altas propuesto.

La asociación de datos entre ambos telescopios dará muchas alegrías los próximos meses. Lástima del cese de operaciones del Kepler.

Fuente: http://www.nasa.gov/mission_pages/spitzer/news/spitzer20130930.html#.UkniIBZmQUU

El telescopio espacial Spitzer se reconvierte a cazador de exoplanetas

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Por primera vez en la historia de la NASA una misión va a cumplir un cometido que no estaba planeado en su misión original.

Los ingenieros del Spitzer no tenían en mente el buscar exoplanetas cuando diseñaron el observatorio en 1990. Pero los avances en la búsqueda de planetas fuera de nuestro sistema solar unido a la extraordinaria estabilidad del telescopio han hecho que se lo piensen mejor.

Spitzer observa el universo en luz infrarroja capaz de atravesar zonas de polvo y gas, algo que es muy útil a la hora de observar aquellos lugares donde nacen las estrellas, los centros de galaxias remotas y los discos protoplanetarios que rodean a las estrellas.

La visión en infrarrojos de la sonda puede ser utilizada para observar los tránsitos de planetas por delante de sus estrellas. Esta pequeña ocultación nos dará datos sobre la existencia de nuevos mundos y de sus tamaños. Pero eso no es todo, estos alejados planetas también emiten una muy tenue luz en infrarrojo, que puede ser captada por el Spitzer y analizada para conocer la composición de su atmósfera.

A medida que el exoplaneta orbita alrdedor de su estrella, muestra diferentes caras de su superficie a las cámaras del telescopio, esos cambios de brillo en el espectro infrarrojo podrían hablarnos sobre su clima y temperatura.

El telescopio requerirá también modificaciones para mejorar el nivel de sensibilidad que los nuevos objetivos requieren.

Las mejoras se centrarán en la apropiada refrigeración de las cámaras del telescopio (el refrigerante después de 10 años de misión ya escasea), la mejora en la estabilidad de la sonda a la hora de enfocar las estrellas «sospechosas» de albergar sistemas planetarios y la mejora en el procesamiento de las imágenes obtenidas.

Esperamos con gran expectación que empiecen a llegar datos en un futuro…

Fuente: http://www.jpl.nasa.gov/m/news/index.cfm?release=2013-289

Exoplaneta desintegrado por una llamarada de su sol

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Recreación de la desintegración del planeta KIC 12557548b

Los datos del telescopio espacial Kepler indican que podemos haber asistido a la desintegración de un planeta debido a una erupción solar de su estrella.

El desafortunado planeta tiene como nombre KIC 12557548b, y era uno de los objetivos marcados por el Kepler como probable exoplaneta, los llamados «objetos de interés» de los que luego salen con más mediciones los exoplanetas ya confirmados. El planeta de tipo rocoso presentaba las mediciones compatibles con un tamaño algo mayor que nuestro Mercurio.Pero en las siguientes mediciones para confirmar la presencia del pequeño mundo algo salió mal…

La cantidad de luz que el planeta bloqueaba de su estrella natal pasó de apenas un 0.2% a más de un 1.2%. Esta cantidad de luz depende del tamaño del planeta, un mundo similar a Júpiter bloqueará más luz que uno parecido a Mercurio. La variación del porcentaje sugería un cambio brusco del tamaño del planeta.

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El cambio en la curva de luz de KIC 12557548b

Pero esa no era la única anomalía en las mediciones, la curva había cambiado su morfología, era una curva asimétrica. La luz total de la estrella disminuye de una forma constante desde el mismo momento que el planeta empieza su tránsito, tiene un tope de disminución cuando el planeta cubre totalmente el disco de la estrella y se incrementa cuando finaliza el paso. Pero en la última medición no pasó así. La tasa de disminución había cambiado, la cantidad de luz disminuía mucho más rápido en comparación con lo que se recuperaba cuando terminaba el tránsito, es decir, a la curva de luz le costaba mucho más volver a los valores normales de su estrella, algo bloqueaba la llegada de fotones a Kepler, una extensa cola de escombros procedentes del planeta.

La conclusión a la que ha llegado el equipo de científicos de la sonda es que el planeta se está evaporando, emitiendo partículas de polvo y material a lo largo de toda su órbita. La variación de la profundidad de la curva de tránsito refleja la cantidad de material que actualmente está desprendiéndose del planeta.

También se ha confirmado que la profundidad de la curva de luz varía periódicamente acorde con la rotación de su estrella, fijando una relación entre la actividad estelar y la velocidad con la que el planeta se está desintegrando.

Hace apenas unos años no podíamos ni detectar mundos fuera de nuestro propio sistema solar, ahora incluso somos capaces de ver como se desarrollan verdaderas tragedias planetarias. KIC 12557548b apenas está a unas 0.013 UA de su estrella a la que orbita una vez cada 0,6 días, muy lejos de la zona habitable de su estrella. De haber planetas más alejados potencialmente habitables tiene que haber sido un espectáculo único en su historia, el equivalente a contemplar nuestro Mercurio desintegrándose por el efecto de enormes llamaradas solares.

Fuente: arxiv.org aug 2013

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